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Modelos empresariales sostenibles, una estrategia para la competitividad

Modelos empresariales sostenibles, una estrategia para la competitividad

  Karen Guerrero -

  14 de julio de 2021

En los últimos años, los emprendedores y organizaciones buscan ser competitivos y generar valor, como respuesta a aquellos sistemas económicos que son extremadamente ineficientes.

Estos sistemas económicos agotan recursos naturales, que a su vez generan la destrucción de ecosistemas, producen residuos que no logran aprovecharse eficientemente y que finalmente, aumentan los niveles de contaminación; todo este conjunto de patrones de producción inadmisibles se pretende contrarrestar con nuevas estrategias y modelos empresariales efectivos, eficientes y sostenibles.

Es clave entender que la sostenibilidad apareció por primera vez en el informe de Brundtland en 1987, elaborado para las Naciones Unidas, donde se alertaba por primera vez sobre las consecuencias medioambientales del desarrollo económico, donde se buscaban algunas soluciones para los problemas causados por la industrialización y el aumento en el crecimiento de la población (ONU). Desde ese entonces, la sostenibilidad surge como respuesta a un gran mundo, donde se plantean estrategias y recursos que se fundamentan en el desarrollo y aplicaciones de modelos empresariales que se basan en principios de análisis de ciclo de vida, enfoques de cadena de valor, colaboración entre socios e integración de políticas, considerando especialmente, los requerimientos de factibilidad de largo plazo que plantea la sostenibilidad (Upward & Jones).

Para iniciar con estos modelos empresariales es muy importante entender el contexto socio cultural, logrando crear comunidad e identidad para entender o leer muy bien al usuario, logrando una comunicación más cercana y humana; otro factor clave es la circularidad, la cual tiene como objetivo mirarse desde una perspectiva diferente en la cual, el valor de los recursos se mantenga en la economía el mayor tiempo posible logrando que los ecosistemas se regeneren y eliminando los residuos, puesto que como lo dice el naturalista Luis Gallego “el mejor residuo es el que no se genera”, los esfuerzos para que estos cambios en los modelos de producción se alcancen, deben abordarse evitando saturar los recursos naturales y no ocasionar perdida en la biodiversidad, reduciendo la emisión de gases a la atmosfera y realizar gestión adecuada de residuos; para esto, es clave entender y conocer todas las fases del ciclo de vida del producto (extracción de materias primas, fabricación o producción, distribución, consumo o utilización y post consumo); adicionalmente, es fundamental crear un sistema económico que mantenga un flujo circular de los recursos con el objetivo de regenerar, mantener o agregarles valor, reduciendo los costos de operación y mejorando la competitividad de la unidad empresarial.

Sin embargo, evolucionar el modelo de negocio es uno de los retos más grandes ya que expone tanto amenazas como oportunidades a las que se enfrentan los empresarios nuevos y tradicionales en la actualidad, ya que muy seguramente tarde o temprano incorporar la sostenibilidad, será un requisito clave para la continuidad de las empresas (PyME? o grande) , por lo que no solo se trata de las tendencias de consumo que muestran que alrededor del 47% de la población, está dispuesta a cambiar aquellas marcas que no desarrollan prácticas sostenibles por productos ecológicos (Nielsen, 2019)., sino que a su vez, se suman aquellas políticas de los gobiernos donde se impulsa a la economía circular, la eco innovación y la innovación disruptiva, como herramientas claves en la activación y desarrollo económico, que permiten el cumplimiento al año 2030 de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), que definen la ruta del desarrollo social y económico de los colombianos en armonía con el medio ambiente (DNP).