Un emprendimiento que nace de una tradición ancestral y que busca dignificar y mejorar la calidad de vida de los campesinos de su comunidad
Brijet Hernández - Practicante de Comunicaciones
18 de agosto de 2022
La primera edición de los Premios Somos CMMC nos permitieron conocer historias de personas que desde diferentes partes del paÃs dÃa a dÃa luchan por sus comunidades y por rescatar las culturas y tradiciones ancestrales aportando también al desarrollo social, económico y ambiental del paÃs.
Alba Luz Duran tiene 44 años y hace más de 20 años se dedica a la producción de harina integral en el molino de piedra y a rescatar esta tradición ancestral. Desde que se graduó del colegio ha trabajado con organizaciones comunitarias porque para ella es una “satisfacción y un crecimiento personal” poder fomentar la conservación de las tradiciones de su comunidad.
La conservación del páramo es una de las labores más importantes que tiene Alba, por esto, el agua que utiliza para la producción de la harina no sufre ninguna transformación química y vuelve directamente al páramo. Junto con otras 25 familias están dedicados a cuidar y conservar la zona de páramo y subpáramo del municipio de Socotá- Boyacá, haciendo reforestación y recuperación de bosques nativos y fuentes hídricas.
Decide emprender y ser la co-fundadora de la Asociación Agrosolidaria Seccional Socotá para empezar a formar a los jóvenes y a la comunidad campesina de la vereda del Hato del municipio de Socotá. Con la Escuela de Agroecología está dedicada redignificar la labor de los campesinos y que esta no sea desplazada por las actividades mineras de carbón que existen en la zona.
Alba tiene como misión transmitir todos los conocimientos que tiene sobre el campo a los más pequeños y jóvenes de su comunidad, salvaguardando la tradición campesina y está comprometida con que los jóvenes de su municipio no tengan que salir a las grandes ciudades a buscar mejores oportunidades de vida.