Proyectos /

Guardianas de los páramos

  Ana Lucía Jiménez - Directora Rendimiento Social

Guardianas de los Páramos, foto de Robert Romero

Guardianas de los Páramos, foto de Robert Romero

Desde el 2020, 37 organizaciones comunitarias vinculadas a la alianza Guardianas de los Páramos han contribuido a la conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad en Colombia.

Las mujeres rurales han sido una parte central de este proyecto; su liderazgo y participación organizada contribuye a la disminución de la vulnerabilidad de los ecosistemas y de las familias frente al cambio climático, en los municipios de Socha, Socotá, Tasco, Gámeza, Mongua y Monguí, del departamento de Boyacá.

En esta zona confluyen dos importantes corredores de páramos: los complejos de páramos Pisba y el de Tota – Bijagual – Mamapacha – (TBM), de vital importancia para la región y el país, por ser ecosistemas estratégicos de recarga hídrica.

Hasta abril de 2021, Guardianas de los Páramos ha concretado avances significativos en cuatro líneas del proyecto: en términos de mecanismos de adaptación al cambio climático, con sistemas productivos que aporten a la conservación del páramo, la seguridad alimentaria y el mejoramiento de la vida local, cada organización aliada cuenta con acompañamiento técnico y capacitación que busca la reconversión productiva con alternativas agroecológicas.

En las capacitaciones de infraestructura productiva también se busca la aplicación de prácticas agroecológicas orientadas a la seguridad alimentaria y generación de excedentes, y la adaptación de los sistemas de riego para que cada cultivo cuente con agua todo el año. Algunos de los escenarios de asesoría técnica y capacitación son la producción apícola y cultivos agroecológicos de agraz, uva camarona, sábila y hortalizas.

En cuanto a la protección y restauración ecológica de las áreas de recarga hídrica y gestión sostenible de ecosistemas estratégicos, ha habido un progreso significativo en el número de especies nativas propagadas, como el Raque (Vallea stipularis), el Mortiño (Hesperomeles goudotiana), el Garrocho (Viburnum tinoides) y el Espino (Duranta mutisii), como contribución a la restauración de ecosistemas del bosque alto andino. Además han tomado medidas de protección sobre 159 fuentes hídricas de un total de 229 en la zona.

Las comunidades han sido sensibilizadas por la construcción colectiva de conceptos de conservación y restauración ecológica dentro de las capacitaciones, y un grupo significativo de mujeres ha participado en la construcción de viveros comunitarios y recorridos prediales, donde se han identificado 25 especies del bosque alto andino y 43 de páramo.

Frente al fortalecimiento de emprendimientos y negocios asociados al uso sostenible de recursos naturales y el mejoramiento en la comercialización local, se ha adelantado la caracterización e identificación de ruta de acompañamiento a 8 organizaciones, que reúnen a 20 hombres y 12 mujeres, con metodología SEA empresarial para fortalecer su sostenibilidad, bajo un esquema integral de acompañamiento desde la base de la cadena.

Estas organizaciones, dedicadas a la producción de orellanas, sábila, miel, lanas papas nativas, y elaboración de forraje verde hidropónico también han realizado diagnósticos para medir el nivel de avance y las capacidades a su interior, y capacitaciones en identificación de cadenas productivas, tendencias en precios, demandas de producto y requerimientos de calidad.

Sobre el aumento de capacidades y habilidades para la participación e incidencia en la gestión del territorio, con equidad de género y empoderamiento de las mujeres, se está llevando a cabo un acompañamiento y capacitaciones a diversas organizaciones para el fortalecimiento de su desempeño organizacional, administrativo y político, así como para mejorar las capacidades de las mujeres que ya ocupan cargos directivos. De manera paralela, se está fomentando la participación de jóvenes en comités e instancias de participación comunitaria.

22 mujeres ya están ocupando cargos de dirección en instalaciones comunitarias, de una meta total de 90 hombres y 90 mujeres.

Ha habido un importante progreso en las acciones en red y los intercambios entre las organizaciones. La Escuela de Formación de Custodios y Guardianes de Semillas Nativas Criollas y Agroecológicas de Boyacá cuenta con 25 personas, principalmente mujeres y jóvenes de las organizaciones del proyecto. La escuela hace parte de un proceso nacional, y es un plan estructurado que ya cuenta con el aval de universidades para certificar a sus participantes.

En Mongua, Gameza y Monguí se está llevando a cabo el mercado campesino, involucrando a decenas de personas en cada edición. Además ha habido un importante espacio de formación llamado Encuentros de Empoderamiento para Mujeres Campesinas Guardianas de los Páramos, que se desarrolla con un módulo virtual y tres presenciales. Hasta el momento se ha hecho el primer módulo y contó con 22 mujeres de los seis municipios objetivo.

Guardianas de los Páramos es una alianza entre el Programa Pequeñas Donaciones del GEF, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y SWISSAID. Su objetivo consiste en apoyar proyectos ambientales de organizaciones comunitarias que aporten claramente a la conservación y adaptación al cambio climático en las zonas priorizadas de los complejos del páramo de Pisba y Tota-Bijagual-Mamapacha.

Estado:

  En ejecución

Aliados:

Programa Pequeñas Donaciones del GEF, SWISSAID

Personas intervenidas:

2.556 familias

Año de inicio:

2020

Año de finalización:

2022